Los principales tipos de olvidos que experimentan las personas mayores no se deben todos a su edad, hay muchos factores que influyen en la memoria. Por eso es importante  diferenciar los olvidos comunes considerados “benignos”, de aquellos “malignos” que son signos de alerta para consultar a un especialista (geriatra, psiquiatra o neurólogo).

Olvidos Comunes y Normales “Benignos”:
1. Olvidos de acciones cotidianas, como por ejemplo, no recordar con seguridad si apagó la cocina, olvidar si se tomó los medicamentos, perder objetos de uso frecuentes (llaves, monedero), no recordar algo que acaba de leer, etc.
Causa: la mayoría de estos olvidos no son causados por “mala memoria”, sino por déficits atencionales, que no permiten fijar en la memoria el recuerdo.

2. Tener una palabra en la “punta de la lengua”, olvido de nombres conocidos.
Causa: nuestra memoria semántica guarda una enorme cantidad de palabras, conforme pasan los años el cerebro “por economía” mantiene más disponible aquellos estímulos que utilizamos frecuentemente, y va dejando las demás menos disponibles. Actividades como conversar, socializar, leer, llenar puzzles, etc. hará que mantengamos siempre disponibles una mayor cantidad de palabras.

3. No recordar información nueva que acaba de escuchar.
Causa: estar distraído en otra actividad mientras escuchamos, déficits auditivos, o no realizar asociaciones que nos permitan fijar de manera adecuada el recuerdo de lo que acabamos de oír, por ejemplo, cuando nos dicen un nombre y lo relacionamos con el de alguien famoso o un familiar nuestro.
Es benigno porque la persona que sufre este tipo de olvidos es consciente de la situación, y pasado un tiempo breve, o con ayudas del entorno, suele recordar aquello que olvidó.

Olvidos “Malignos”, Signos de Alerta.
1. Volver a preguntar algo reiteradas veces, como si nunca hubiese formulado la pregunta.
2. Detenerse en medio de una actividad que lleva a cabo, y luego empezar a realizar una actividad diferente.
3. Olvidar sucesos por completo, como si nunca los hubiese vivido.
En general la persona que sufre este tipo de olvidos no es consciente de éste, y son los familiares y personas del entorno quienes comienzan a notarlo. Lo importante es no ser indiferente a estos signos, y no pensar que “son normales” por el hecho de ser adulto mayor.

Otros signos que deben alertarnos son:
1. Aislamiento social y conducta apática reiterada.
2. Pérdida de la capacidad de cuidar la propia salud y bienestar, dependiendo de otros.
3. Desorientación espacial en recorridos frecuentes y conocidos.

¿A quién consultar?
El profesional médico más idóneo para consultar ante estos signos es el Geriatra, Psiquiatra o Neurólogo, ellos realizarán el diagnóstico y el abordaje farmacológico de ser necesario.
El profesional para consultar sobre estrategias de tratamiento y estimulación es el fonoaudiólogo, quien abordará la terapia de estimulación cognitiva, dirigida a mantener el rendimiento de sus funciones mentales, como atención, orientación, conocimiento, memoria, lenguaje y funciones ejecutivas favoreciendo el procesamiento mental y el manejo de la información. Enseñando además al adulto mayor a compensar sus déficits potenciando aquellas habilidades conservadas.

Esta terapia de estimulación cognitiva puede estar dirigida además a personas de diferente rango etario con diagnóstico de deterioro cognitivo leve, demencia, como también a aquellas personas sanas que desean mantener estas funciones en el tiempo.      Dentro de las funciones preventivas corresponde al fonoaudiólogo realizar consejerías y educación a familiares, cuidadores y a otros profesionales en relación al deterioro cognitivo, demencia y sus alcances.

  • Los múltiples factores que influyen en la memoria son
    • Déficits sensoriales(visión/ audición).
    • Salud física y mental.
    • Medicamentos.
    • Alerta / Atención.
    • Motivación.
    • Distractores del ambiente.
    • Estrategias para compensar.

Bibliografía:
– Asociación Americana de Psiquiatría, Guía de consulta de los criterios diagnósticos del DSM 5. Arlington, VA, Asociación Americana de Psiquiatría, 2013.
– La Memoria: Programa de estimulación y mantenimiento cognitivo para personas mayores. Edita Comunidad de Madrid. Servicio de prevención y promoción de la salud. 2003.