DISFONIA FUNCIONAL, es la alteración de la voz en una o más de sus cualidades o parámetros del tono, intensidad, timbre y/o flexibilidad.

La Disfonía Funcional  no presenta lesión anatómica en los órganos fonatorios del hablante.

¿Qué la produce?  Se produce principalmente por el abuso y mal uso de la voz.

ABUSO VOCAL

Se define como higiene vocal pobre que incluye cualquier hábito que pueda ejercer un efecto traumatizante en los pliegues vocales, como: chillar, gritar y aclamar, vocalizaciones forzadas, vocalizaciones explosivas, inversión de la fonación (hablar para adentro), golpe duro de las cuerdas vocales, etc.

MAL USO VOCAL

Se define como el uso incorrecto del tono y de la intensidad en la producción de la voz. Si una persona usa mal su voz, hablando demasiado fuerte o con un tono muy alto, de forma intermitente o frecuente, puede ocasionar un daño a su mecanismo vocal.

Nuestra Laringe, está compuesta por músculos, cartílagos y ligamentos. La laringe  junto a otros músculos que la rodean, trabajan en conjunto y nos otorgan la capacidad de emitir voz. Si nosotros utilizamos de forma inadecuada nuestra voz provocamos un sobreesfuerzo, que puede llegar a una patología funcional.

disfonia

SÍNTOMAS

Las disfonías funcionales son más frecuentes en profesionales de las voz,  como docentes, actores, locutores, cantantes, abogados, periodistas, etc., pero también pueden padecerla no profesionales de la voz.

LOS SÍNTOMAS MÁS FRECUENTES SON:
_ Voz ronca
_ Falta de aire
_ Cansancio vocal
_ Disminución o aumento de la intensidad de la voz
_ Tos
_ Carraspera
_ Dificultad para emitir tonos agudos

TRATAMIENTO                                                                                                                                              

Las disfonías funcionales deben ser tratadas principalmente por el fonoaudiólogo especialista en voz, quien evalúa, identifica  las causas, brinda y controla las técnicas de tratamiento.

PRONÓSTICO                                                                                                                                                

En general las disfonías funcionales tienen un buen pronóstico de recuperación si  se corrigen los malos hábitos, se eliminan o evitan los factores causantes siguiendo el tratamiento adecuado indicado por el otorrinolaringólogo y fonoaudiólogo.